Desde que volví del viaje a Dinamarca tenía pendiente escribir un post sobre el hygge, pero hacía tan buen tiempo que casi no apetecía. Creo que a estas alturas del otoño ya ha llegado el momento.
Así que prepárate una bebida calentita, enciende unas velas y sumérgete en el secreto de la felicidad danesa, te va a enganchar tanto como a mi.