Hoy nos alojamos en Serendipity, un hotel muy singular situado en el pequeño puerto de Asnières-sur-Seine, una pequeña villa a pocos kilómetros del centro de París. Propiedad de una pareja británica apasionada de la decoración, Marie y Georges-Mickael adquirieron esta barcaza construida en 1930, la renovaron íntegramente y la han convertido en un encantador «Bed & Breaskfast«. Bautizada como Serendipity, que en inglés significa «hallazgo afortunado o inesperado», esta vivienda flotante de 40 metros de eslora es un remanso de paz donde poder disfrutar de unas fantásticas vacaciones a orillas del Sena.
Al hacer la reforma del Serendipity, se distribuyeron los espacios creando un gran sala común que da cabida a la zona de estar y comedor, una cocina y tres dormitorios con baño. Alejada de la tradicional decoración de caoba de la mayoría de los yates de recreo, se optó por la utilización de tonos neutros y madera clara en la sala de estar, con una acertada mezcla de muebles antiguos de inspiración francesa, contemporáneos y de estilo industrial que encajan a la perfección. Piezas de diseño de Phillipe Starck, la chaise longue de Le Corbuiser que preside la entrada principal o las plastic chairs amarillas de Eames dan el punto brillante a toda la estancia.
La cocina pintada en un tono gris y suelo de cemento pulido se resolvió con unos tabiques de hormigón donde se encastran los electrodomésticos y el fregadero, un marcado estilo industrial que a pesar de que pudiera resultar frío lo han sabido suavizar colocando tejidos en fibras naturales y varias piezas de estilo vintage como viejas cestas y cajas de madera, una balanza de cocina de principios del siglo XX ó un molinillo de café antiguo.
Los dormitorios que integran el baño en la misma habitación, se encuentran en los extremos opuestos de la barcaza, siguiendo en cada uno de ellos una tendencia decorativa similar, suelos de cemento, paredes grises y acogedores muebles de madera decapada.
La cubierta del Serendipity que está decorada con mobiliario de distintas épocas y materiales, se convierte en una magnifica terraza con comedor al aire libre donde poder contemplar los maravillosos amaneceres y atardeceres parisinos.